QUE REVISAR ANTES DE COMPRAR UN AUTO USADO – GUIA COMPLETA
Cuando estés buscando un vehículo usado y antes de tomar una decisión de compra, es fundamental realizar una revisión exhaustiva. Aunque el auto pueda lucir impecable por fuera, desconocemos su estado mecánico interno.
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Normalmente, es recomendable contar con un mecánico de confianza que nos acompañe para evaluar el estado general del auto en el que estamos interesados. Su asesoramiento nos ayudará a decidir si vale la pena realizar la compra.
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Sin embargo, en caso de no conocer a ningún mecánico de confianza, ¡no te preocupes! Esta guía está diseñada para que podamos verificar los aspectos más importantes de un vehículo por nosotros mismos antes de tomar una decisión de compra.
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La guía se divide en cuatro partes: Información general del vehículo, Interior, Exterior y Prueba de manejo.
INFORMACIÓN GENERAL DEL VEHICULO
Antes de visitar al vendedor, es necesario contar con un conocimiento general del vehículo que buscamos.
- AÑO: El año del vehículo nos permite determinar su antigüedad y cuánto tiempo ha estado en circulación.
- KILOMETRAJE: El kilometraje nos da una idea de cuánto ha sido utilizado el auto, ya sea con frecuencia (alto kilometraje) o con poca frecuencia (bajo kilometraje).
- MARCA: Conocer la marca del vehículo nos ayuda a identificarlo de manera más precisa cuando lo examinemos.
- MODELO: Al igual que la marca, el modelo del auto nos permite identificar con mayor detalle el tipo específico de vehículo que estamos buscando.
- VERSION (EQUIPAMIENTO EXTRA): Si tenemos una versión en particular en mente como, por ejemplo, «Duster Privilege», ya sabemos qué equipamiento adicional trae ese auto en esa versión específica.
- PRECIO DEL VEHICULO EN EL MERCADO: Es fundamental tener una idea del precio aproximado al que se vende el vehículo que estamos buscando. Esto nos permitirá realizar comparaciones con otros vehículos de la misma marca, modelo y versión, para asegurarnos de obtener un precio razonable y no pagar de más.
- PRECIO DEL VEHICULO DEL VENDEDOR: Idealmente, debemos conocer de antemano el precio al que el vendedor está ofreciendo el vehículo que vamos a ver. Esta información nos ayudará a negociar de manera más efectiva, considerando el precio del mercado y el estado general del vehículo.
INTERIOR DEL VEHICULO
El estado del interior del vehículo es crucial, ya que proporciona información sobre el nivel de cuidado y mantenimiento que ha recibido.
EQUIPAMIENTO EXTRA: Al subir al vehículo, es importante verificar si cuenta con los accesorios y equipamiento extra correspondientes a la versión que estamos buscando. A continuación, debemos asegurarnos de que funcionen correctamente:
- Ventanas eléctricas: ¿suben y bajan correctamente?
- Espejos retrovisores eléctricos: ¿Funciona correctamente la regulación eléctrica?
- Espejo retrovisor central: Comprobar que el movimiento y la función anti-deslumbramiento funcionen correctamente.
- Radio: ¿Funcionan bien las frecuencias (AM/FM) ?, ¿los parlantes no se escuchan saturados?
- Cierre centralizado: ¿Funcionan bien la apertura y cierre en todas las puertas?
- Aire acondicionado/Calor: Comprobar si el aire enfría correctamente y si el flujo de aire por las rejillas de ventilación es adecuado.
- Luces interiores: Revisar que enciendan las luces de la guantera, techo y baúl.
- Limpia parabrisas: Comprobar si las escobillas y el lavaparabrisas funcionan correctamente.
- Freno de mano: Comprobar si el freno de mano funciona correctamente.
- Manual del vehículo: Es importante que el propietario cuente con el manual del vehículo.
BAÚL: Además de chequear el estado general del baúl (alfombra y chasis), es importante que contenga los elementos de auxilio, como la rueda de auxilio y el crique/gato con su respectiva llave de rueda. El matafuego y las balizas son un plus con el que debería contar.
- Comprobar rueda de auxilio: El auxilio debe estar buen estado, sin pinchaduras ni desgaste excesivo.
- Comprobar crique con llave de rueda: Todos los vehículos deben contar con su propio crique/gato y llave, de lo contrario no podremos cambiar la rueda ante una eventual pinchadura.
- Llave de tuerca antirrobo: En caso de que el vehículo tenga tuercas antirrobo en las ruedas, el propietario debe contar con la «llave» correspondiente.
ALFOMBRAS: Aunque es un aspecto más estético, las alfombras también son importantes, ya que unas alfombras en buen estado indican que el vehículo ha sido bien cuidado.
- Debajo de la alfombra: Si es posible, revisar debajo de la alfombra para verificar que no haya zonas oxidadas o manchas de humedad en el chasis.
- Cubre alfombras: Es un plus si el vehículo cuenta con cubre alfombras en buen estado
- Estado del techo: Comprobar que el techo no este caído/descolgado, que no haya manchas de humedad y que tampoco este roto o rajado.
ASIENTOS: Los asientos son una parte importante del interior del vehículo, ya que pasaremos horas sentados en ellos. Es fundamental que se encuentren en buen estado y sean cómodos.
- Regulación de los asientos: Los asientos delanteros deben poder regularse en altura y profundidad correctamente.
- Rigidez de los asientos: Los asientos deben ser estables y no deben moverse o sentirse sueltos al sentarse.
- Estado de los tapizados: Comprobar que no haya rajaduras en el tapizado de los asientos. Además, la espuma de los asientos debe tener buena densidad y no hundirse al sentarse.
DESGASTE POR USO: Generalmente, los vehículos con muchos kilómetros muestran señales de desgaste en el habitáculo debido al uso. Esto es normal, ya que algunas partes se desgastan con el tiempo y el uso.
- Estado de los pedales: Si la base de apoyo de los pedales está muy desgastada y apenas se puede ver el dibujo de las líneas, es un indicador de que el auto tiene muchos kilómetros recorridos.
- Estado del volante: Un volante con el cuero muy desgastado puede indicar un uso extenso. Además, si presenta rajaduras, puede ser señal de exposición prolongada al sol.
- Pomo de la palanca de cambios: Un pomo de palanca muy gastado o pulido puede ser indicio de que el auto ha sido utilizado durante muchos kilómetros.
- Cinturón de seguridad: El cinturón de seguridad del conductor debe tener un poco de elasticidad y rebatirse automáticamente al quitarlo. Si se queda rígido y debemos rebatirlo manualmente, puede ser señal de un alto kilometraje.
EXTERIOR DEL VEHICULO
En el exterior del vehículo veremos toda la parte mecánica, el estado general del chasis y la pintura. Vamos a detectar si el vehículo tuvo un choque previo, un abollón en el chasis o si fue repintado.
LUCES: Vamos a chequear el estado general de todas las luces del vehículo y el estado de los faros, no queremos que los faros tengan rajaduras ni que estén resecos u opacos.
- Luz DRL: Las luces diurnas o DRL son luces LED que generalmente se encienden automáticamente al encender el vehículo. Su función principal no es iluminar el camino, sino ser visibles para otros conductores.
- Luz de Posición: Las luces de posición son similares a las DRL, no están diseñadas para iluminar el camino, sino para que los demás conductores nos vean mientras el vehículo está en marcha.
- Luces Bajas y Altas: Algunos vehículos tienen la luz baja y alta en el mismo foco, pero por lo general, vienen en focos separados.
- Antiniebla delantero y trasero: Algunos vehículos no tienen luz antiniebla trasera y, dependiendo del modelo, pueden no tener luces antiniebla delanteras. Sin embargo, estas luces son útiles en días con niebla densa en ruta.
- Luz de Guiñe delantero y trasero: Es importante que funcionen los focos de guiñe delanteros, traseros y laterales (luz amarilla).
- Luz de marcha atrás: Algunos vehículos tienen un solo foco de marcha atrás, pero generalmente son dos. Estas luces se encienden al poner el vehículo en reversa (luz blanca).
- Luz de freno: Una de las luces más importantes es la luz de freno, ya que indica a los conductores que vienen detrás de nosotros que estamos reduciendo la velocidad (luz roja brillante).
CARROCERIA: Vamos a comprobar el estado general de la pintura en el vehículo, buscando abolladuras, rayones, deformaciones en el paragolpes y si el auto ha sido repintado, entre otros aspectos.
- Grietas en la pintura: Verificaremos que el vehículo no tenga grietas en la pintura, ya que esto puede indicar que ha sido repintado o que ha estado expuesto al sol durante mucho tiempo.
- Abolladuras y rayaduras en la pintura: Algo que baja mucho el valor del auto es la pintura, por eso es importante revisar que no tenga rayones profundos o abolladuras muy grandes.
- Separación de paneles: Verificamos que no haya separación o deformación en ningún zócalo, incluyendo el paragolpes delantero y trasero.
- Comprobar si hay masilla en la carrocería: En ocasiones, cuando un vehículo ha sufrido una gran abolladura o deformación debido a un choque, se suelen reparar con masilla. Una forma sencilla de detectar si alguna parte ha sido tratada con masilla es usar un imán (podemos usar un imán de los que se pegan en la heladera). Si el imán se adhiere a la pintura en una determinada área, significa que no hay masilla debajo; por lo contrario, si no se adhiere puede haber masilla.
- Estado del parabrisas: Comprobamos que el parabrisas no tenga trizaduras, o rayones graves.
RUEDAS: Las ruedas son una parte fundamental en términos de seguridad del auto. Unas ruedas desalineadas, con frenos y cubiertas muy gastados van a generar graves problemas de estabilidad y frenado en el vehículo.
- Comprobar desgaste de las cubiertas: Todas las cubiertas de auto tienen un testigo (un pequeño bulto) al fondo de las ranuras. Si este indicador está al ras de la banda de rodadura (tocando el suelo), significa que la cubierta está muy gastada y hay que reemplazarla. Por otro lado, si vemos que no ha alcanzado el límite de desgaste (el indicador no toca el suelo) pero notamos que la cubierta tiene un aspecto seco y con grietas, significa que el neumático tiene muchos años o que el vehículo estuvo expuesto al sol durante mucho tiempo. En este caso, también es recomendable cambiar las cubiertas.
- Inclinación/ángulo: Las ruedas deben estar en posición recta y alineadas entre sí. De lo contrario, es posible que sea necesario realizar una alineación y balanceo en un taller.
- Estado de las llantas: Verificamos que las llantas no estén raspadas en los bordes, producto del roce con el cordón de la calle.
- Estado de los frenos: Es aconsejable revisar los frenos del vehículo y asegurarse de que tanto los discos como las pastillas no estén muy desgastados.
- Igualdad en las 4 ruedas: Las cuatro ruedas del vehículo deben ser de la misma medida todas. Es poco probable, pero puede ocurrir que por algún motivo le hayan colocado al vehículo alguna rueda de distinto tamaño y medida que el resto. No esta demás estar atento a estos detalles.
DEBAJO DEL AUTO: La parte inferior del auto es una zona que a menudo se descuida al comprar un vehículo usado. Es fundamental revisarla, ya que puede brindarnos información útil sobre posibles fugas de fluidos, el estado general del chasis, como el óxido o deformaciones, y si el vehículo sufrió un choque previo, entre otros.
- Posibles fugas: Si el vehículo presenta alguna fuga de fluidos, como manchas de aceite o nafta, lo vamos a notar debajo del chasis.
- Presencia de oxido: Comprobamos que el chasis no tenga áreas con óxido, especialmente el caño de escape, ya que es común que se oxide con el paso del tiempo.
- Estado general del chasis: El chasis debe verse uniforme y sólido. No debe tener ninguna deformación (por ej: un choque previo).
- Estado de la suspensión: Una forma sencilla y visual de comprobar la suspensión del auto es observar si el amortiguador no tiene manchas de aceite. Si presenta dichas manchas, significa que el amortiguador está «reventado».
MOTOR: El motor es el «corazón» del auto. Es tan importante que, según su estado, podemos llegar descartar el auto y buscar otro. También vamos a revisar el estado general de los componentes bajo el capó, como la batería, los niveles de fluidos, posibles fugas, etc.
- Capo: El capo debe abrirse de manera correcta y suave. Sin roces entre el capo y el chasis.
- Chasis del motor: Inspeccionamos el chasis donde se encuentra el motor. El chasis no debe tener ningún tipo de deformación (producto de un choque).
- Posibles fugas: Buscamos posibles fugas en el depósito del refrigerante, depósito del limpiaparabrisas, depósito del líquido de frenos, depósito del aceite de dirección, las mangueras y el radiador.
- Estado de la Batería: La batería no debe tener más de 3 o 4 años de antigüedad, y tampoco debe presentar corrosión en los contactos (negativo y positivo). Las baterías más antiguas (llamadas baterías con mantenimiento) llevan un depósito de agua destilada que debe rellenarse periódicamente.
- Comprobar aceite del motor: Sacamos la varilla para medir el nivel de aceite del motor. El aceite debe estar entre las marcas de nivel en la varilla. Si el aceite tiene un aspecto muy oscuro y denso (similar al color del petróleo), es un aceite viejo y debe reemplazarse. Otro punto a verificar es el tapón del depósito donde se carga el aceite del motor. El aceite debe tener el mismo aspecto que en la varilla. Si observamos un color «mostaza», es recomendable descartar el auto, ya que es una señal de que el motor presenta problemas.
- Comprobar liquido refrigerante: El depósito del líquido refrigerante debe tener un aspecto «translúcido». Si notamos un color marrón oxido dentro del depósito, significa que han mezclado el líquido refrigerante con agua de la canilla. Lo correcto es mezclar el líquido refrigerante con agua destilada.
- Comprobar el resto nivel de fluidos: Todos los depósitos tienen una marca de mínimo y máximo. Al llenar un depósito, el contenido debe estar entre ambas marcas.
- Revisar mangueras, correas y cables: Comprobamos que las mangueras de los depósitos estén en buen estado y no presenten señales de sequedad o grietas. También realizamos una inspección visual del estado de las correas y cables.
PRUEBA DE MANEJO
Todo lo que hemos verificado anteriormente se notará durante la prueba de manejo. Esta es la prueba final que realizamos, por lo que es importante estar atentos a cómo reacciona el vehículo.
ARRANQUE EN FRIO: Antes de manejar el auto, debemos realizar el primer arranque, conocido como arranque en frío. Durante este proceso, vamos a verificar varios factores, como los testigos en el tablero del auto, la presencia de humo en el escape y si el auto arranca a la primera, entre otros.
- Comprobar presencia de testigos en el tablero: Lo primero que debemos hacer al encender el vehículo es observar el tablero. No debería aparecer ningún testigo relacionado con el motor o la electrónica del auto.
- Comprobar ruidos raros o anormales: Con el motor encendido, debemos prestar atención a cualquier sonido inusual que no sea normal en un auto.
- Comprobar movimiento del motor: Mientras otra persona enciende el auto por nosotros, debemos observar el motor. No debería moverse demasiado durante el arranque. Si se mueve excesivamente, puede indicar que no está bien ajustado a los soportes del chasis.
- Comprobar ralentí: Con el motor encendido, las revoluciones en el tacómetro deben mantenerse constantes, entre 500 y 800 vueltas.
- Comprobar tapa de aceite: Con el motor encendido, abrimos la tapa del depósito de aceite. El motor no debería expulsar aire o humo a través del depósito.
- Comprobar presencia de humo en el escape: No debe haber humo denso saliendo del escape del auto. La presencia de humo negro, gris, blanco o azul puede indicar un mal funcionamiento del motor.
ARRANQUE EN CALIENTE: Una vez que hayamos realizado el arranque en frío y el motor haya estado funcionando durante unos minutos, podemos repetir el arranque y verificar nuevamente los puntos anteriores, esta vez con el motor caliente.
- Comprobar tapa de aceite: Volvemos a revisar la tapa del depósito para detectar la presencia de humo.
- Comprobar ralentí: Las revoluciones deben mantenerse estables en todo momento, suavemente entre 500 y 800 rpm (dependiendo del vehículo).
- Comprobar presencia de humo en el escape: Volvemos a revisar que no salga humo por el escape del auto.
- Comprobar ruidos raros o anormales: Seguimos atento a posibles sonidos que no sean normales en el vehículo.
PRUEBA DE ACELERACION: Ahora podemos sentarnos en el auto y realizar la primera prueba de manejo, que consiste en la aceleración.
- Aceleración normal: Cuando comenzamos a mover el auto, el avance debe ser suave y sin tirones.
- Aceleración fuerte: Lo mismo ocurre al probar una aceleración más fuerte; no debería haber tirones en el auto.
PRUEBA DE GIRO: En esta prueba, evaluaremos el ángulo de giro de las ruedas y el funcionamiento de la dirección hidráulica del vehículo. Como siempre, estaremos atentos a cualquier sonido o sensación inusual dentro del automóvil.
- Giro de ruedas lado a lado estático: Con el auto detenido, giramos el volante de extremo a extremo. Deberíamos sentir un movimiento suave, sin presencia de ruidos anormales.
- Giro de lado a lado en movimiento: Con el auto en movimiento, la sensación al girar el volante debe ser suave. Prestamos atención a la presencia de cualquier sonido extraño que pueda surgir.
PRUEBA DE FRENOS: Aquí pondremos a prueba los frenos del auto, el sistema de frenos antibloqueo (ABS) (si lo incorpora), y la estanqueidad del líquido de frenos en las mangueras.
- Frenada normal: Realizamos una frenada normal en el vehículo. Deberíamos sentir una sensación suave, sin tirones ni ruidos extraños. El testigo del ABS en el tablero no debería encenderse.
- Frenada fuerte: Probamos una frenada brusca a fondo en el vehículo para comprobar el funcionamiento del ABS. Si sentimos una vibración en el pedal del freno durante la frenada, significa que el sistema ABS está funcionando correctamente.
PRUEBA EN CIUDAD: En esta prueba, evaluaremos el comportamiento del vehículo en condiciones urbanas, utilizando marchas bajas. Observaremos cómo responde el embrague durante los cambios de marcha y cómo se comporta la suspensión al pasar sobre lomos de burro o baches en la calle.
- Comprobar sonidos raros al conducir: Prestamos atención a cualquier ruido inusual que pueda surgir al pasar por un bache u obstáculo. También observamos el comportamiento general del vehículo.
- Comprobar vibraciones anormales al conducir: Mientras conducimos en la ciudad, estamos atentos a las vibraciones que puedan surgir al pasar por baches o reductores.
- Comprobar Embrague: La sensación en el pedal del embrague al realizar cambios de marcha debe ser suave y sin tirones.
- Comprobar caja de cambios: Todos los cambios de marcha, (incluyendo la reversa), deben entrar y engranar suavemente, sin percibir ningún ruido anormal.
PRUEBA EN RUTA: Durante esta prueba, evaluaremos el comportamiento del vehículo en ruta, especialmente en marchas altas como la 5ta o 6ta. También podemos usar sistemas de asistencia a la conducción, como el control de crucero.
- Control de crucero: Comprobamos que el control crucero del vehículo funcione correctamente, cuando le establecemos un límite de velocidad.
- Comprobar sonidos raros al conducir: Mientras estamos en ruta, prestamos atención a cualquier sonido inusual proveniente del motor o del habitáculo del vehículo.
- Comprobar vibraciones anormales al conducir: Al igual que con los sonidos, estamos atentos a cualquier vibración anormal en el vehículo o en el volante.
PREGUNTAS PARA EL VENDEDOR
Por último, te comparto algunas preguntas que deberías hacerle al vendedor.
- ¿Cuánto tiempo has tenido el auto?
- ¿Por qué lo estás vendiendo?
- ¿Funciona todo en el auto o hay algún detalle que deba tener en cuenta?
- ¿El auto ha sido guardado en un garaje o ha estado estacionado en la calle?
- ¿Qué tipo de uso se le ha dado al auto?
- ¿Cuántos KM le has hecho desde que lo tienes?
- ¿Se le ha reparado algo al auto desde que lo tienes?
- ¿El auto tiene todos los documentos al día, incluyendo patente, seguro y RTO/VTV?
Gracias por leer la guía, recuerda que no es necesario seguir todos los puntos al pie de la letra, pero esta es una lista básica de verificaciones que puedes hacer por ti mismo sin la necesidad de un mecánico.